El científico escocés Alexander Fleming descubre la enzima antimicrobiana lisozima y a partir del hongo Pelicilium chrysogenum obtiene la penicilina, antibiótico que cambiará la historia de la medicina y hasta de la propia especie humana. El descubrimiento, inicialmente desestimado por sus colegas, fue comunicado por Fleming a la British Journal of Experimental Pathology.